El día 8 de marzo se ha celebrado en todo el planeta el día de
la mujer y más concretamente el día de la mujer trabajadora.
También nosotros en el instituto hemos querido hacer un homenaje a
las mujeres con diferentes actividades. Algunos profesores y profesoras han
querido recordar a sus alumnos y alumnas por qué se celebra este día el día de
la mujer: se debe a la conmemoración de un trágico suceso que ocurrió en
los Estados Unidos, en el año 1857. El día 8 de marzo de ese año, las mujeres
que trabajaban en una fábrica textil de Nueva York, decidieron parar de
trabajar como protesta a sus precarias condiciones de trabajo. Era la primera
vez que las mujeres se unían para reivindicar mejoras laborales:
una reducción del horario de trabajo diario, que era de 16 horas, a 10
horas diarias. Además, por trabajar esas horas, ellas percibían apenas un
tercio del sueldo que recibían los hombres. Pero la rebelión fue contenida de
forma violenta, culminando con la muerte de 129 trabajadoras, carbonizadas
dentro de la fábrica.
Años después, en 1910, durante una conferencia internacional de
las mujeres realizada en Dinamarca, surgió la idea de crear una fecha
específica para homenajear a las operarias muertas en la fábrica textil. Y así
fue como en 1975, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas
(ONU) decidió decretar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
También hemos querido recordar a todas las mujeres que
trabajan fuera de sus casas, pero que al mismo tiempo siguen llevando el peso
de las tareas domésticas, sin conseguir todavía la igualdad con los
hombres, tan necesaria también en ese sentido. Recordemos con qué actividad
hemos querido hacer presente este problema:
CARTA DE UNA MADRE
Queridos todos: me voy. Volveré cuando sepáis dónde están guardadas las bolas
de naftalina, cuando nuestra casa ya no tenga secretos para ninguno de
vosotros, cuando seáis capaces de descifrar los códigos de los botones de la
lavadora, cuando logréis reprimir el impulso de llamarme a gritos si se acaba
la pasta de dientes o el papel higiénico. Volveré cuando estéis dispuestos a
llevar conmigo la corona de reina de la casa. Cuando no me necesitéis más que
para compartir.
Ya sé que me echaréis de menos, estoy segura. También yo a vosotros, pero sólo
desapareciendo podré rellenar los huecos que vuestro cariño me produce... Sólo
podré estar segura de que verdaderamente me queréis cuando no tengáis necesidad
de mí para comer o para vestiros o para lavaros o para encontrar las tijeras.
Ya no quiero ser la reina de la casa, estoy harta, me he cansado de tan gran
responsabilidad y he caído en la cuenta de que si sigo jugando el papel de
madre súper no lograré inculcaros más que una mentalidad de súbditos. Y yo os
quiero libres y moderadamente suficientes y autónomos.
Ya sé que vuestro comportamiento conmigo no es más que un dejarse llevar por mi
rutina; también por eso quiero poner tierra por medio. Si me quedo, seguiré
poniéndoos todo al alcance de la mano, jugando mi papel de omnipresente para
que me queráis más.
Sí, para que me queráis más. Me he dado cuenta de que todo lo que hago es para
que me queráis más, y eso me parece tan peligroso para vosotros como para mí.
Es una trampa para todos.
Palabra de honor que no me voy por cansancio, aunque sea una lata dormirse
todas las noches pensando en la comida del día siguiente y hacer la compra a
salto de mata cuando vienes del trabajo y, a la larga, pesa mucho la manía de
ver siempre un velo de polvo en los muebles cuando me siento un rato en el
sofá, y la perenne atracción hacia la bayeta y la cera. Pero no es sólo por
eso. No. Tampoco me voy porque esté harta de poner la lavadora mientras me
desabrocho el abrigo ni porque quiera estar más libre para hacer carrera en mi
trabajo. No. Hace ya mucho tiempo que tuve que elegir una perpetua interinidad
en mi profesión porque no podía compatibilizar una mayor dedicación mental al
trabajo profesional con la lista de la compra. Me voy para enseñaros a
compartir, pero sobre todo me voy para ver si aprendo a delegar.
Porque si lo consigo, no volveré nunca más a sentirme culpable cuando no
saquéis notas brillantes o cuando se quemen las lentejas o cuando alguno no
tenga camisa planchada que ponerse.
La culpa de que sea imprescindible en casa es sólo mía, así que desapareciendo
yo por unos días, os daréis cuenta vosotros de que la monarquía doméstica es
fácilmente derrocable y quizá yo pueda aprender la humildad necesaria para ser,
cuando vuelva, una más entre la plebe.
Cuando encontréis la naftalina no dejéis de avisarme. Seguro que para entonces
yo también habré aprendido a no ser tan excesivamente buena. Puede ser que ese
día no nos queramos más, pero seguro que nos querremos mejor. Besos. Mamá.
C. de Santos - "Ser Humano"
1.- ¿Qué piensas de esta carta? ¿Por qué crees que se va esta madre?
2.- ¿Crees que en tu casa ocurre lo mismo y tu madre se siente como la que ha
escrito la carta?
3.- Si has contestado que sí a la segunda pregunta, ¿qué podrías hacer para
remediarlo? Escribe tus compromisos personales y no olvides cumplirlos
Además se ha organizado en la entrada del instituto una exposición de
mujeres que han destacado en algún aspecto a lo largo de la historia o que han
luchado por sus ideales, contribuyendo así a lograr poco a poco lo que tanto
esfuerzo se ha conseguido en el campo de la igualdad entre hombres y mujeres.
Os recomiendo desde aquí que le echéis un vistazo a las vidas tan interesantes
de esas mujeres. Agradecemos a todos los profesores y profesoras que han
querido colaborar en dicha exposición y les damos la enhorabuena por su
trabajo.
Y por supuesto
quisimos conmemorar este día con el célebre lazo lila, símbolo de la mujer,
colocándolo en el vestido o en la solapa de cuantos quisieron acercarse a
nosotros para colocárselo. De esta labor se encargaron nuestros alumnos y
alumnas de 4º de ESO.
Al mismo tiempo
llevamos a cabo un cine forum, vimos con los alumnos y alumnas de 1º de
bachillerato la película “En tierra de hombres”, en la que relata la lucha de
una mujer contra todas las injusticias que tuvo que sufrir a lo largo de su vida
y cómo consiguió ganar la batalla en un mundo en el que todo era controlado por
los hombres. Tuvimos después un pequeño debate con estos alumnos, para que
dieran su opinión sobre la película y sobre este tema.
Para terminar, hicimos
una gincana con nuestros alumnos y alumnas de 1º de bachillerato, espero que os
hayáis divertido buscando las respuestas a ese cuestionario….y también que
hayáis aprendido mucho leyendo las vidas de esas mujeres. En cualquier caso, os
felicito por vuestro buen comportamiento.
Gracias
a todos
Mª José